Los 5 efectos secundarios más comunes del cannabidiol (aceite de CBD) y cómo tratarlos
El cannabidiol, también conocido como CBD, es posiblemente el cannabinoide terapéuticamente más activo de la planta Cannabis Sativa L.
Debido a sus propiedades, ha sido estudiado a fondo por la comunidad científica. Por lo tanto, está ganando cada día un número significativo de partidarios devotos que lo utilizan.
De hecho, la razón por la que cada vez más personas deciden incorporar el cannabidiol (CBD) a su vida diaria es porque descubren que les ayuda a aliviar los síntomas de las dolencias físicas y mentales que puedan estar padeciendo.
Especialmente en el caso de las personas que buscan una alternativa más segura, natural y eficaz, el aceite de CBD suele sustituir a los medicamentos tradicionales. Esto se debe a que ellos y un número creciente de médicos, investigadores y científicos consideran el cannabidiol como un tratamiento alternativo no tóxico, bien tolerado por el cuerpo humano.
Sin embargo, debemos mencionar que, a pesar de que muchas personas tienden a creer que cualquier opción natural es 100% segura y sin efectos secundarios, la realidad es otra. El cannabidiol, como todos los enlaces químicos de la naturaleza, está funcionando de forma beneficiosa para el organismo, precisamente porque está interactuando con él de una forma muy intensa y específica.
Por eso, en algunas personas, el fuerte impacto del aceite de CBD puede causar algunos efectos secundarios muy incómodos que pueden solucionarse con relativa facilidad.
- Sensación de fatiga, somnolencia y sueño.
No se considera un efecto secundario típico del CBD, sin embargo, podemos sentir somnolencia, especialmente cuando hemos tomado una dosis alta y el síntoma que queremos tratar no es el insomnio.
¿Por qué ocurre esto? Cada organismo tiene una correspondencia diferente cuando se trata del cannabidiol. En la mayoría de los casos, provoca una sensación de vigor y los consumidores afirman sentirse más activos y despiertos, con mayores niveles de concentración. Sin embargo, otros informan de somnolencia después de consumirlo, especialmente los que han elegido dosis altas a partir de 300 mg.
¿Cómo afrontarlo? Evitamos conducir o utilizar aparatos voluminosos por nuestra seguridad y la de los demás. Alternativamente, quizá deberíamos disminuir la dosis de CBD que tomamos o probar otro producto con un perfil diferente de cannabinoides, es decir, un espectro completo que se ajuste más a tu temperamento.
2. Boca seca
Los usuarios de CBD informan de un síntoma común en cualquier cannabinoide, que es la sensación de boca de seca.
Por qué ocurre: normalmente se debe a una tendencia general de nuestro cuerpo a provocar el síntoma específico. Además, los cannabinoides interactúan con el sistema endocannabinoide (SCE) que también tiene receptores en las glándulas salivales y esto puede inhibir la secreción.
¿Cómo afrontarlo? Es muy sencillo. Bebiendo 1-2 vasos de agua, infusión de hierbas o cualquier otra bebida refrescante. Otra buena idea es probar otro tipo de producto, por ejemplo, pasar de un producto para vapear a un producto de cannabidiol soluble en agua.
3. Mareos y vértigos
Otro efecto secundario muy poco frecuente que han notificado los consumidores de CBD.
¿Por qué ocurre esto? Existen conocimientos de que el aceite de CBD puede reducir la presión arterial, un efecto bastante útil para quienes padecen enfermedades cardiovasculares, hipertensión, incluso diabetes. Por lo tanto, las personas con presión arterial en niveles normales pueden no obtener ninguna ventaja en este tipo de cambio.
Cómo tratarlo: Se recomienda a las personas con hipotensión o que estén recibiendo tratamiento para su presión arterial que consulten a su médico antes de elegir el aceite de CBD como tratamiento alternativo o complementario. Sin embargo, si nuestra presión arterial es normal y a veces nos sentimos mareados después de una dosis, tomar café es de gran ayuda. Del mismo modo, podemos tomar una dosis más pequeña a intervalos más frecuentes. Otra buena solución es probar un producto que libere lentamente el aceite de CBD en nuestro cuerpo, como las cápsulas de cannabidiol Por último, podemos encontrar un producto con un perfil de cannabidiol diferente que contrarreste el efecto del aceite sobre la presión arterial.
4. Variaciones en nuestro apetito y peso
Las personas que consumen Aceite de CBD durante un periodo prolongado, informan de variaciones de su peso y/o apetito.
¿Por qué ocurre esto? Cada vez hay más investigaciones que muestran cómo el aceite de CBD regula los niveles de glucosa. Aunque se trata de un descubrimiento prometedor para las personas con diabetes o síndrome de resistencia a la insulina, para los usuarios que no padecen estas afecciones las cosas están cambiando: El consumo de CBD puede hacerles sentir más o menos hambre. Del mismo modo, para entonces, pueden experimentar variaciones en su apetito, su dieta y, por lo tanto, su peso pueden verse directamente afectados.
Cómo tratarlo: Una buena solución es reducir la ingesta aumentando la frecuencia de la misma o probar un producto que libere aceite de CBD más lentamente en el organismo, como las cápsulas de cannabidiol.
Por último, podemos encontrar un producto con un perfil cannabinoide diferente, que puede regular el efecto del aceite de CBD. Además, podemos tomar nuestra dosis durante o después de la comida para amortiguar el efecto del CBD sobre la glucosa en sangre. Es importante recordar que una dieta sana y equilibrada ayuda a mantener los niveles de glucosa en un modo regulado.
5. Variaciones de la función digestiva y diarrea
Es un grupo de efectos secundarios más comúnmente reportados por los usuarios de CBD, siendo la diarrea el más común.
¿Por qué ocurre? Los científicos que estudiaron el perfil general de seguridad del consumo de CBD señalaron que los pacientes desarrollaban síntomas de diarrea. Sin embargo, lo que sí señalaron fue que este síntoma era estadísticamente más frecuente en pacientes que tomaban Epidiolex, es decir, una composición herbal de cannabidiol, de la que se ha extraído completamente el componente THC (Δ9 tetrahidrocannabinol), y que está destinada a tratar las convulsiones, en pacientes a partir de 2 años. Por eso llegaron a la conclusión de que no se podían extraer conclusiones seguras y generales sobre este síntoma porque la mayoría de los usuarios que lo declararon eran casos clínicamente graves.
¿Cómo afrontarlo? Lo primero que podemos hacer es reducir la dosis que tomamos o probar otro producto con un perfil cannabinoide diferente para compensar el efecto secundario concreto. Si, por el contrario, el síntoma persiste, se recomienda consultar a un médico para comprobar que no tenemos deshidratación.
Puntos clave que debemos mantener
En resumen, el aceite de cannabidiol (CBD), cannabis medicinal por sus mínimos efectos secundarios y reducida posibilidad de sobredosis, es considerado una opción muy atractiva por muchas personas, no sólo como suplemento, sino también como sustituto de su medicación convencional.
Y aunque algunos usuarios experimentan efectos secundarios, éstos son inmediatamente tratables en comparación con los beneficios terapéuticos que ofrece.
Además, como han demostrado repetidamente las investigaciones, el aceite de CBD es seguro y bien tolerado cuando se extrae de cáñamo orgánico, no modificado genéticamente y libre de pesticidas e insecticidas, factores críticos que hacen que los síntomas sean escasos o mínimos. Así, con sólo hacer unos pocos cambios en nuestra rutina diaria, como reducir la dosis u optar por un producto con un tipo o perfil de cannabinoides diferente al que ya tomamos, podemos reducir cualquier molestia en un grado significativo, si no eliminarla por completo.