CBD contra los efectos adversos de la quimioterapia
Los resultados, hasta el momento, son muy prometedores e indican de forma muy clara el potencial del cannabis para el tratamiento de una amplia gama de patologías, desde la epilepsia hasta la psoriasis.
Recientemente, el cannabis y sus principales sustancias activas, especialmente el cannabidiol (CBD) y el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), han sido destacados como sustancias potenciales para ser utilizadas en el tratamiento del cáncer.
El cannabis también se utiliza en pacientes que padecen algún tipo de cáncer y reciben quimioterapia, pero aún faltan por determinar los detalles y los verdaderos motivos de esta aplicación terapéutica.
¿Puede el cannabis curar el cáncer o reducir la masa tumoral?
No. El cannabis, o sus principios activos individuales, no tiene actualmente ningún papel demostrado que sugiera su eficacia contra la progresión de un tumor.
Hay algunas investigaciones (todas ellas realizadas en células en un laboratorio o en animales de experimentación) que muestran cómo es posible que los cannabinoides tengan algún efecto en las células tumorales, pero actualmente no hay evidencia de que las sustancias contenidas en el cannabis estén en condiciones de para curar la enfermedad.
Esta posibilidad se está estudiando e investigando con gran perseverancia – basándose en los beneficios que existen en otras áreas – y es posible que en el futuro se descubran sustancias capaces de actuar de forma dirigida sobre las células tumorales.
Sin embargo, -conociendo la delicadeza del asunto y el hecho de que los entusiastas proclaman sin fundamento científico sólido y ya han decepcionado a los pacientes y sus familias- es necesario subrayar que, según los conocimientos médicos actuales, el cannabis no tiene ningún papel para contrarrestar eficazmente la crecimiento de tumores.
Diferente, y posiblemente con evidencia científica más sólida, es el uso de cannabis como tratamiento paliativo o en contraste con algunos de los efectos adversos de los tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia.
Cannabis y el sistema endocannabinoide
El cerebro humano produce determinadas sustancias similares a las que contiene el cannabis. Se conocen como endocannabinoides, sustancias que permiten comprender el mecanismo de acción del cannabis.
Los cannabinoides contenidos en el cannabis afectan, entre otras cosas, al receptor presente en el cerebro, llamado CB1, ya que estimulan los dos endocannabinoides principales: la antamida y el 2-araquidonilglicerol, conocido como 2-AG.
Este último es un inhibidor de la excitabilidad de las células nerviosas.
La anandamida, por otro lado, actúa como regulador del estrés.
Numerosos estudios han demostrado la capacidad de los cannabinoides – los componentes activos contenidos en el cannabis – de ejercer una acción analgésica (como consecuencia de la regulación de los impulsos eléctricos de las neuronas) y de contribuir a la recuperación del apetito en pacientes terminales o en pacientes enfrentando náuseas severas y recurrentes.
Cannabis contra náuseas, vómitos y dolores crónicos
Se ha estudiado el cannabis y cannabinoides individuales para el tratamiento de las náuseas y los vómitos inducidos por la quimioterapia. Según uno de los primeros estudios destinados a investigar el uso del cannabis en el campo de la oncología, los cannabinoides utilizados para tratar los efectos secundarios adversos de la quimioterapia han demostrado ser más eficaces que otros antieméticos.
En 2010, los resultados de un estudio realizado por investigadores del Departamento de Psicología y Neurociencia Colaborativa de la Universidad de Guelph en Canadá se publicaron en las páginas del British Journal of Pharmacology. Según los autores, existe evidencia significativa de que la manipulación del sistema endocannabinoide es capaz de controlar la sensación de náuseas.
El efecto antiemético de los cannabinoides ha sido demostrado en algunos animales: la acción sobre los receptores CB1 conducirá a la supresión de la sensación de necesidad de vomitar. En particular, el principal compuesto no psicotrópico del cannabis, el cannabidiol (CBD), también suprime las náuseas y los vómitos en dosis limitadas.
La investigación preclínica ha demostrado que los cannabinoides, incluido el CBD, pueden ser clínicamente eficaces para tratar tanto las náuseas como los vómitos resultantes de la quimioterapia u otros tratamientos.
Además, la ciencia está demostrando cada día más el potencial del cannabidiol (CBD) para contrarrestar el dolor crónico.
Sus conocidos efectos antiinflamatorios han sido objeto de diversos estudios, indicando su aplicación como terapia coadyuvante en los tratamientos paliativos de pacientes con cáncer terminal. Los tratamientos paliativos son tratamientos destinados a aliviar los síntomas de los pacientes que padecen una enfermedad incurable.
Lo que sí sabemos es que los cannabinoides actúan en algunas enfermedades típicas de quienes luchan contra el cáncer.
Los cannabinoides pueden ayudar a recuperar el apetito, estimular la sensación de bienestar, tener un efecto relajante muscular, favorecer el sueño y, en general, ayudar al paciente a sentirse mejor.
Por eso, en Italia, el cannabis ha sido aprobado con fines terapéuticos como complemento de los tratamientos paliativos, sin pretender, sin embargo, que esta “apertura” sea sinónimo de sustitución del tratamiento habitual.
El cannabis terapéutico y sus principios activos utilizados en medicina no tienen nada en común con el cannabis utilizado con fines recreativos. Para uso médico es necesario que el producto esté certificado y sus datos declarados con total exactitud. Cualquier tratamiento paliativo con cannabidiol (CBD) deberá ser acordado conjuntamente con su médico, quien valorará si puede ser complementario a otros tratamientos en curso.
Después de todo, el cannabis no cura el cáncer, pero ciertamente puede usarse para ciertas aplicaciones prescritas y aprobadas.
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