En 2016, Jack, un pastor belga relativamente activo, le diagnosticaron epilepsia idiopática canina, el tipo más común de epilepsia canina cuyo origen aún no ha sido aclarado por la comunidad científica.

Hoy, el dueño de Jack, Fernando, después de 4 años de devoción y compromiso sincero hacia la enfermedad del perro, narra una historia de fuerza, alegría y optimismo.

Contra la epilepsia como enfermedad y el estigma del uso terapéutico del Aceite de CBD

2012; El rescate de Jack y el nuevo hogar

No necesariamente estaba buscando una raza de perro específica, pero entonces Jack apareció frente a mí. A pesar de que estaba bajo de peso, tenía signos de abuso, conjuntivitis en ambos ojos y gusanos internamente, todavía recuerdo la energía increíblemente positiva que irradiaba. Además, cojeaba debido a una herida profunda en su pata.

Le habían administrado antibióticos que no eran eficaces. En cuanto a la herida de la pata, me habían dicho que podría necesitar una mutilación, lo que afortunadamente nunca sucedió porque Jack se recuperó muy rápido. Lo único que necesitaba era un “dulce hogar”.

2016; el diagnóstico: epilepsia idiopática

Dos meses antes del diagnóstico oficial de epilepsia idiopática en abril de 2016, notamos dos incidentes después de regresar a casa del trabajo y descubrimos cosas dañadas. Desafortunadamente, no tomamos el incidente en serio.

Cuando asistimos a su primer ataque epiléptico, nos dijeron que debíamos esperar para comprobar que no se trataba de un único incidente.

«”Pero las convulsiones volvían cada vez con más intensidad.”»

Empezamos a administrarle a Jack un fármaco antiepiléptico en dosis altas (fenobarbital) y parecía que las convulsiones habían desaparecido.

Un año después (2017), tuvimos que aumentar la dosis al máximo, ya que las crisis epilépticas fueron apareciendo con más frecuencia hasta que Jack empezó a tener convulsiones durante el día, unas dos crisis por mes.

Para detener cada convulsión, tuvimos que administrarle un medicamento de emergencia, mientras le administrábamos otro potente fármaco antiepiléptico para equilibrar el Sistema Nervioso Central (SNC).

Después de una convulsión, Jack permaneció bastante mareado durante un par de días, perdió la visión y no podía caminar correctamente porque no tenía fuerzas suficientes para hacerlo. Cuando se recuperó, los días habían transcurrido tranquilos, hasta que los signos de ansiedad reaparecieron dando lugar a otro episodio.

«Y el círculo vicioso comenzó de nuevo.»

El veterinario decidió añadir un segundo fármaco, KBr (bromuro de potasio). Las convulsiones se redujeron en gran medida pero aparecieron muchos efectos secundarios. Su piel ardía, estaba perdiendo pelaje en varias partes de su cuerpo, gemía y temblaba, mientras se ponía ansioso y de mal humor.

«Para nosotros fue muy difícil verlo sufrir así, tanto que incluso pensamos en la eutanasia».

2017: Descubriendo el CBD, una luz al final del túnel

“Recuerdo una noche de 2017 que busqué en Google remedios para la epilepsia”. En ese momento, no tenía esperanzas. De repente, encontré la historia de Charlotte. Una niña de EE. UU. padecía epilepsia grave y la trataba con éxito tomando un alto porcentaje de aceite de CBD.

Al día siguiente, fui a una tienda local de CBD, vi el producto Enecta Premium Hemp Extract 10% CBD oil y lo compré inmediatamente. El mismo día tiré el segundo fármaco antiepiléptico (KBr).

“¡Esta es nuestra última oportunidad, Jack!”, es lo que le escribí al equipo de atención al cliente la primera semana que Jack empezó a consumir CBD (Cannabidiol).

Empecé con la dosis mínima, para darle tiempo al organismo de Jack a adaptarse. Luego comencé a aumentar la dosis pero las convulsiones continuaron con la misma frecuencia.

«Lo siento, probablemente no te haga nada: recuerdo haber pensado».

En el último intento, casi dupliqué la dosis diaria. Estaba esperando la siguiente convulsión en aproximadamente una semana, luego dos o tres semanas, cuando comencé a pensar: “¡Bien hecho, Jack, esta vez tal vez lo conseguimos!”.

Las semanas y los meses iban pasando “¡Lo conseguimos, Jack!”.

Pensé en reducir la dosis del primer fármaco antiepiléptico (fenobarbital), día a día porque su administración resultaba peligrosa para la salud de Jack.

Con el paso de los meses no hemos notado ninguna convulsión. Hasta abril de 2020, la medicina convencional estaba al 25% de su dosis inicial y actuaba de forma complementaria con el aceite de CBD, dándole a Jack la posibilidad de continuar sin convulsiones durante 1 año y 7 meses.

Seguimos un paso adelante manteniendo la dosis estable y regular mientras reducimos al 10% la medicina convencional. Así, el objetivo para este año es reducirlo por completo.

Desde el día en que Jack inició su tratamiento alternativo con aceite de cannabidiol (aceite de CBD), su efecto beneficioso no ha disminuido ni ha desarrollado tolerancia al aumento del porcentaje.

«Al contrario, no hemos tenido que cambiar la dosis hasta hoy, y a medida que Jack va creciendo, vemos que está en su mejor momento.»

2020: la vida de Jack hoy

Jack ahora toma aceite de CBD (Pet Oil 500mg) dos veces al día, inmediatamente antes de cada comida, se ha convertido en parte de su rutina diaria. Le doy el aceite directamente con una pequeña jeringuilla, que he marcado en puntos específicos para indicar la cantidad exacta de aceite, sin embargo, podría hacerlo simplemente con un gotero. Mi madre prefiere poner el aceite de cannabidiol directamente en su comida – funciona igual de bien.

Jack siempre necesitó muchos ejercicios, pero en 2017 tuvimos que suspenderlos porque cada vez que se excitaba, tenía convulsiones graves.

¡Hoy, Jack vive una vida feliz y saludable con ejercicio regular todos los días y tiene 9,5 años! Incluso participamos en una carrera de canicross que fue un día de triunfo para todos nosotros después de años de lucha.

«No puedo decir que todo lo que pasamos fue fácil. Pero al final valió la pena»

Consejos adicionales para obtener más información sobre el aceite de CBD: puntos destacables

Le preguntamos a Fernando si tenía algún consejo después de esta intensa y duradera experiencia con Jack. Esto es lo que está compartiendo con nosotros.

En primer lugar, busca un proveedor de aceite de CBD de confianza y presta mucha atención: no es lo mismo un producto que diga «10% de extracto de cáñamo con CBD» que un producto que diga «10% de aceite de cannabidiol (CBD)». Las matemáticas nunca mienten, pero sí, por desgracia, algunos proveedores…

En segundo lugar, investiga. Durante el tiempo que pasé con Jack, investigué mucho sobre el cannabidiol, sus beneficios en el tratamiento de la epilepsia (especialmente en niños) y sus efectos generales sobre el Sistema Nervioso Central (SNC). Aprendí mucho, de verdad.

Hay pocas investigaciones con personas y la investigación aún es limitada en este campo, aunque los estudios publicados son esperanzadores. El CBD parece ser eficaz en enfermedades del SNC y también en enfermedades neurodegenerativas.

«Y lo más importante es que tiene un perfil muy seguro. No vi el más mínimo efecto secundario en Jack.»

Por último, me gustaría decir que yo personalmente tomo CBD a veces para reducir mi ansiedad, dormir mejor y aliviar mis dolores musculares. Siento que realmente funciona y mi mente está clara y lúcida (¡quizá incluso más que antes!).

«Sería realmente fantástico superar el ‘estigma’ que a menudo rodea al CBD y al cannabis medicinal.»

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